PREGUNTA
Nadie pone en cuestión que la seguridad en los
aeropuertos tiene que ser extrema y continua, pero dicho esto, se ha de
tratar que al usuario no le moleste más de lo estrictamente necesario.
Sin embargo, lo que no es de recibo es que los pasajeros
esperen hasta veinte minutos para pasar por los controles con grave riesgo
de perder su vuelo, porque en muchas ocasiones y en horas punta, en Barajas
sólo se utiliza un control y no los tres que podían ser
utilizados. Y, si por estudio de aglomeración, se requiriera un
cuarto control, no sería ninguna cuestión baladí
que quien organiza este tipo de servicios además de la seguridad
pensara alguna vez en la comodidad del ciudadano. Por esta razón
este senador desea saber si el gobierno contempla la posibilidad de, sin
merma de la debida seguridad, facilitar a los pasajeros su acceso al vuelo
y no su obstrucción.
Palacio del Senado, 29 de octubre de 2004.
--Iñaki Mirena Anasagasti Olabeaga.
RESPUESTA DEL GOBIERNO
En los últimos años, especialmente a partir
del 11-S, se ha desarrollado e implantado un cuerpo normativo, tanto a
nivel internacional como nacional, que ha obligado a reforzar y hacer
más estrictas las medidas de seguridad aeroportuaria que ya existían
previamente y a poner en marcha medidas adicionales.
En España, como en el resto del mundo, las nuevas
obligaciones en materia de seguridad se han materializado en un incremento
muy significativo de medios técnicos (escáneres, arcos detectores
de metales, detectores manuales de metales) y de medios humanos en los
filtros de pasajeros (personal de empresas de vigilancia privada ha reforzado
al personal de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado).
Todo lo anterior ha supuesto un gran esfuerzo de inversión
en equipos y un fuerte aumento del gasto en personal de vigilancia, siempre
con el objetivo de garantizar la seguridad, y buscando al mismo tiempo
que el nivel de servicio que percibe el pasajero en nuestros aeropuertos
apenas se vea alterado por la aplicación de las medidas de seguridad.
En el caso del aeropuerto de Madrid-Barajas, lo mismo que en el resto
de aeropuertos de la red de AENA, el servicio de seguridad se organiza
asignando los medios disponibles que, a pesar de su aumento siguen siendo
limitados, a los requerimientos de la demanda. Dentro de cada batería
de filtros, cada conjunto de escáner más arco detector comienza
o deja de estar operativo (se abre o se cierra) en función de la
afluencia de pasajeros.
En los momentos de mayor afluencia y concentración
puntual de pasajeros es prácticamente inevitable la formación
de colas en los filtros de seguridad, con el consiguiente aumento del
tiempo de espera. En tales casos, salvo excepciones circunstanciales en
algún filtro concreto, el servicio se organiza para que todos los
filtros puedan estar abiertos.
Conscientes, en cualquier caso, de que la situación
en el aeropuerto de Madrid/Barajas en determinados horarios es mejorable,
se han puesto en marcha las siguientes actuaciones urgentes:
* Adecuación a las nuevas realidades, de los procedimientos
de paso por controles de seguridad, para conseguir sin menoscabo de la
propia seguridad, que el flujo de pasajeros pueda ser ágil y rápido,
a través de un sistema de colas que no penalice a aquel que no
porta elementos metálicos ó de índole similar.
* Con ello se consigue diferenciar a los pasajeros en
tránsito de los de destino final, para en caso de escasez de recursos
dar prioridad a los que deban realizar conexiones.
* Incorporación de dos nuevos equipos de RX y
arcos detectores en el control central del terminal T1 (salidas internacionales),
a fin de acelerar el paso del gran número de pasajeros que transitan
por el mismo.
* Incorporación de un nuevo equipo de inspección
y arco detector en el control de la zona de embarque del Puente Aéreo
T3.
Además, se va a realizar un estudio pormenorizado
del resto de controles o filtros para mejorar su actividad e incorporación
de nuevos equipos, para garantizar una mayor agilidad en el paso de los
mismos. En concreto en los dos puntos de tránsitos en el Dique
Sur y la Sala 6 del Terminal T2, en el control de la Paloma y en el control
norte del T1. Todo ello, supondrá de forma casi inmediata un esfuerzo
por parte de AENA en recursos humanos, para mejorar la actividad de los
citados controles de seguridad.
En todo caso, AENA, en colaboración con los Cuerpos
y Fuerzas de Seguridad del Estado y con las compañías aéreas,
estudia y analiza permanente las posibles mejoras que puedan aportar al
pasajero un mejor y más cómodo servicio en sus aeropuertos.
Madrid, 20 de diciembre de 2004.
--El Secretario de Estado de Relaciones
con las Cortes.
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