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CERCANÍA DEL EMBAJADOR DE ESPAÑA EN VENEZUELA CON EL GOBIERNO DEL PAÍS.

 

 
17 de Diciembre de 2004

 

PREGUNTA

En la prensa venezolana se ha aireado estos días la siguiente información sobre el embajador de España en Venezuela, don Raúl Morodo:

«Recién llegado a Caracas como embajador del Reino de España, Raúl Morodo Leoncio, y reunió al personal de la embajada para advertirles que «de ahora en adelante se acababan los flirteos con la oposición al gobierno de Chávez en esta delegación diplomática que ha venido siendo cuestionada por el apoyo del anterior embajador a los golpistas de abril del 2002». A muchos sorprendió el ímpetu que demostraba este catedrático reconvertido a diplomático, no de carrera, aunque ya antes había ocupado la representación española ante la UNESCO y Portugal debido a que informes de la prensa española, en mayo de 2004 daban cuenta de «sus excelentes relaciones con el ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez; haber sido fundador del PSP (Partido Socialista Popular) con Tierno Galván y ser amigo íntimo de Alfonso Guerra, líder del PSOE y del duque de Suárez.»»

Morodo, quien alguna vez fue crítico del régimen cubano siente hoy una gran admiración por Fidel Castro demostrada en distintas ocasiones públicas y privadas y ese enorme interés en la revolución cubana lo convirtió de inmediato en un ferviente seguidor y admirador a la vez de la revolución pretendida por Hugo Chávez en Venezuela. Además, contando con el visto bueno de su superior, el Ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, ha ido estrechando lazos con los más connotados personajes del régimen chavista. So pretexto de mejorar las relaciones, la cercanía del embajador con el gobierno de Chávez ha prendido algunas luces de alarma en España. Un informe confidencial llegado al Congreso de los Diputados da cuenta del establecimiento por parte de Morodo «de un despacho completo en la residencia en el Country Club fuera de la Cancillería de la embajada en La Castellana, para sostener reuniones privadas con funcionarios del gobierno y así no se den cuenta sus subalternos en la embajada de dichos encuentros ni de sus conversaciones telefónicas. Hoy por hoy el señor embajador, la mayor parte de las veces, prefiere despachar desde la residencia». Lo más grave según el documento es «el establecimiento de una línea telefónica directa de la red intergubernamental venezolana (teléfonos interministeriales de la Casa Militar) para sus comunicaciones con el alto gobierno chavista. Sólo otro embajador, el de Cuba, Germán Sánchez Otero («El Komissar») tenía hasta ahora ese privilegio revolucionario».

Este senador desearía conocer la veracidad de esta información y el porqué el embajador ha dado pie para que estas noticias circulen con profusión por la prensa venezolana.

Palacio del Senado, 17 de diciembre de 2004.

--Iñaki Mirena Anasagasti Olabeaga.

RESPUESTA DEL GOBIERNO

Gran parte de la información contenida en la pregunta de referencia aparece también en el artículo publicado en el diario «El Universal», el 16 de diciembre de 2004, de Nelson Bocaranda, en su columna titulada «Runrunes».

La información en cuestión sólo ha sido recogida en la columna de referencia y ningún medio de comunicación venezolano se ha hecho eco de ella, ni ha habido otros artículos en similar sentido.

El Embajador Morodo no convocó en ningún momento al personal de la Embajada para «advertirles» de que «de ahora en adelante se acababan los flirteos con la oposición». Muy al contrario, tanto el Embajador como el personal de la Embajada mantienen con normalidad sus contactos habituales con miembros de la oposición venezolana.

El Embajador no ha establecido «un despacho completo en la residencia» para mantener, como daría a entender el artículo, reuniones semiclandestinas. El Embajador despacha todos los días en su oficina en la Cancillería y, además, ofrece almuerzos o cenas a personalidades de la vida venezolana y española, lo que facilita un clima de diálogo franco y distendido. Esto es práctica diplomática habitual de todos los países y en todas las Embajadas.

En cumplimiento de las obligaciones que incumben a todo Representante diplomático de España, el Embajador Morodo procura mantener las mejores relaciones posibles con las Autoridades del país en que se encuentra acreditado. Ello no excluye que, también en cumplimiento de esas mismas obligaciones, procure desarrollar contactos estrechos y frecuentes con los líderes de los partidos políticos de oposición y representantes de la sociedad civil, del mundo cultural y de las diversas confesiones religiosas existentes en Venezuela, muchos de los cuales pertenecen a la oposición.

Ello se puso de manifiesto en la Fiesta Nacional del pasado 12 de octubre, con motivo de la cual convivieron en la Embajada de España, por vez primera desde hacía algún tiempo, los más significados líderes del oficialismo y de la oposición.

El artículo antes mencionado ha de ser considerado como un comentario aislado de un periodista al que los propios lectores venezolanos atribuyen muy escasa fiabilidad, y en el que se mezclan juicios de valor y afirmaciones que, en este caso, no corresponden a la realidad.

Madrid, 2 de febrero de 2005.

--El Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes.