Este es el último libro que he
promovido. Lo presenté el 9 de marzo de 2006 junto al Presidente
de la Fundación Sabino Arana, Juan Mari Atutxa. Lleva prólogo
de él y del presidente del EBB, Josu Jon Imaz.
En la explicación del por qué
de este libro, escribí:
A José Antonio de Durañona
tuve la suerte de conocerle en Donibane Lohizune. No era difícil
ya que era la referencia en aquella localidad de refugiados donde bullía
toda la actividad vasca de la resistencia al franquismo.
Tenía un negocio de gestoría
y viajes llamado "Agence de la Poste" cerca de Correos, el mercado,
el hotel Euskalduna y el centro de una Donibane en la que se le podía
ver al Lehendakari Leizaola, al ex ministro Irujo, al miembro de ETA Juanjo
Etxabe, al representante del PNV Mikel Isasi, al escritor Martín
Ugalde, al elegante Telesforo Monzón, al cura Larzabal, a los activistas
de Anai-Artea, al vicepresidente del Gobierno Vasco Joseba Rezola, al
resistente Jokin Intza, y al bueno de José Antonio Durañona,
hombre representativo del PNV y de STV que tenía tras si una dilatada
trayectoria política y profesional.
José Antonio Durañona y
Aberasturi nació en Bilbao, en Abando como le gustaba decir a él,
el 27 de Junio de 1916. Era hijo de Pedro Durañona, fundador de
Juventud Vasca de Bilbao. En la primavera de 1932 se afilió a Juventud
Vasca de Bilbao lo mismo que a Solidaridad de Trabajadores Vascos. Esas
dos afiliaciones le hicieron hacerse socio del batzoki de Sabin Etxea
en Abando mientras estudiaba Peritaje Mercantil en el Colegio Santiago
Apóstol de Bilbao y Profesorado Mercantil en la Escuela de Altos
Estudios Mercantiles de la misma ciudad.
Sus conocimientos le llevaron a ingresar
en el Banco de Vizcaya como número uno de la oposición a
la que se presentó en 1935. Tenía pues ante si una prometedora
carrera en un banco que era la enseña mercantil de aquella Gran
Vía de Bilbao.
Pero José Antonio no contaba con
unos militares que se sublevaron el 18 de julio de 1936 y esa circunstancia
hizo que apareciese como escolta del diputado Aguirre al constituirse
la Junta de Defensa de Bizkaia. De allí pasó, una vez constituido
el Gobierno Vasco, a la incipiente Marina de Guerra creada por el Departamento
de Defensa del nuevo Gobierno vasco presidido por José Antonio
Aguirre.
Cuando cae Bilbao el 19 de Junio de 1937
se refugia en Francia al norte del río Loira. El resto lo cuenta
él en estas páginas que reiteradamente se las solicité.
Resulta que una vez fallecido el dictador
en noviembre de 1975, José Antonio puso al servicio del PNV su
experiencia trabajando en la ponencia de Organización conjuntamente
con Juan de Ajuriaguerra, Josu Bergara, José Antonio Elustondo
y un grupo de personas que tenían el encargo de dotarle a aquel
PNV que salía de la clandestinidad de una estructura nueva cónsona
con los nuevos tiempos.
Durañona siguió viviendo
en su acogedora Donibane, donde funcionaba una Junta Local llamada de
Laburdi que acudía a las Asambleas del PNV, y en donde se escuchaba
con claridad su vozarrón y se percibía la bonhomía
de un hombre que sentía por el partido de su vida una veneración
propia de aquella generación que lo había pasado francamente
mal y cuyas vivencias las tenían tatuadas a fuego.
En 1980 acababa de ser elegido miembro
del primer Parlamento de la historia democrática vasca y en mayo
de aquel año nos invitaron los afiliados del PNV de la Junta Extraterritorial
de Madrid a dar una charla sobre José Antonio Aguirre en el Ateneo
de aquella capital, en el ciclo que organizaron sobre el Nacionalismo
Vasco.
En ella habló Durañona fundamentalmente
de su experiencia con José Antonio Aguirre al haberle designado
éste en 1946 su secretario particular hasta marzo de 1949, cuando
decidió dejar París e instalarse en Hendaia y Donibe Lohizune.
Y como éramos muchos los que le
dábamos la tabarra para que escribiera sus experiencias, ya que
tenía facilidad en la pluma y le gustaba escribir artículos
de divulgación histórica bajo el seudónimo de "Abandotarra",
un buen día y en una carpeta de cartón amarilla me hizo
llegar estas cien páginas, donde no sólo hablaba de Aguirre
sino sobre todo de la peripecia humana que habían vivido aquellas
instituciones y sus responsables como consecuencia de la locura de una
guerra que les había estallado sobre sus cabezas y de la que ellos
no eran responsables sino tan sólo víctimas.
Transcurridos 22 años desde que un buen día me las hiciera
llegar y aprovechando el centenario del nacimiento del Lehendakari Aguirre,
propuse a la Fundación Sabino Arana su edición. Y aquí
está.
Más que un libro de memorias es
una larga crónica de ambiente sobre una época en la que
Durañona rinde tributo a una generación de vencidos y en
la que narra las dificultades de supervivencia de miles de familias en
condiciones límites por el único delito de defender unas
ideas democráticas. En ese contexto surge la figura del Lehendakari
Aguirre, desaparecido en 1940 y protagonista de un largo exilio en el
que Durañona fue su secretario tres años. De éstas
vivencias y de éstas ráfagas de hechos que le vienen a la
memoria es de lo que tratan estas páginas en las que apenas hace
uso de una documentación que sin duda tendría pero que como
carta a las nuevas generaciones, Durañona cree que lo importante
es dar una impresión de hechos y sobre todo de conductas de personas
concretas.
Respetuoso con las autoridades de su partido
y su gobierno, no desvela nada que pueda herir a nadie pero nos ofrece
una concatenación de sucesos que aporta la frescura de una narración
sincera y le da consistencia a una década que él describe
como si fuera un cuento. Pero aquello no fue un cuento. Ahí están
el campo de concentración de Gurs, el paro, la necesidad de subsistencia
sólo paliados con ayudas muy menguadas, la violencia de la guerra,
los servicios de información, los rigores de la ocupación
alemana, las declaraciones y traiciones de vascos significados, el trabajo
en la delegación de París en aquella Avenue Marceau, que
hoy sigue siendo sede del Instituto Cervantes y que lo es como producto
de un robo, las esperanzas consecuencia de la pérdida de la Segunda
Guerra Mundial por parte de los amigos del general Franco, la diplomacia
del Metro que tenía que hacer, los portazos y sobre todo la fe
en una causa.
Hemos querido respetar la grafía
utilizada por Durañona que no es más que la expresión
de la manera como se escribía durante una época de nuestro
pasado reciente y le hemos aportado una serie de cartas, informaciones,
documentos y datos en unos apéndices que pueden ilustrar aun más
sobre el trabajo del lehendakari Aguirre durante sus años en París
en los que Durañona fue su secretario.
La entrega de éste trabajo ha sido
posible gracias a Uxune Retolaza y Aintzane Berreteaga.
Tiene usted pues en su mano un trabajo
hecho con el corazón, dirigido a las nuevas generaciones, y sin
más pretensiones de que no se olvide que en 1936, en plena lluvia
de fuego, surgió en Gernika el primer Gobierno de los vascos presidido
por un joven de 32 años que creyó en un mundo mejor y en
una Euzkadi dueña de sus destinos.
ÍNDICE
- Prólogo “Hamaika oroimen
askatasunarentzat”, por Juan Mari Atutxa
- Introducción “Orgullosos de la Generación del 36”,
por Josu Jon Imaz
- Presentación, por Iñaki Anasagasti
- El por qué de estas páginas, por José Antonio Durañona
- Preámbulo. La personalidad de Aguirre
- Comienza su vida política
- Aguirre Lendakari
- El Gobierno Vasco rechazó la intimidación del Reich
- Circunstancias del hecho
- La intimidación
- ¿Que hacer?
- No bombardeó
- El asalto al “José Luís Díez” y al
“Císcar”
- Aguirre en París
- Dos libros claves
- Un gran europeo
- Los congresos
- Aguirre historiador
- Villa “Endara”
- Internado por los franceses
- Sin trabajo para los refugiados
- Una oficina de colocación
- La tragedia de 1939
- El palacete de la Avenue Marceau
- Trabajo en los arsenales
- El ambiente político de Iparralde en la inmediata posguerra
- La conjura de Ibarnegaray
- Censo y estadística
- Internado en Gurs
- Salen de Gurs. Llegan los alemanes
- Represión alemana
- Los dirigentes vascos desperdigados
- Las Tarjetas de Identidad
- Los pasos por la Muga
- Los servicios de información
- Cándido Etxeberria, el “agente Sukalde”
- Las andanzas de Joseba Elosegui
- El empleo en París
- Los trabajos de Ziaurritz y Olaeta
- Los grupos de baile y las corales
- Como fue ocupada la Delegación vasca en 1944
- Francia liberada
- Los comunistas de la UNE
- Secretario de la Delegación en 1944
- Las propuestas de Miguel Maura
- Más que una Delegación, una legación
- Llega a París el lendakari
- Top Secret. Entrenamiento a los jóvenes vascos
- Una prueba sicológica
- El desfile de la victoria aliada
- Aguirre en el Arco del Triunfo
- Un Congreso sindical movidito
- Socialistas de UGT pasan como miembros de ELA/STV
- Trabajando con los sindicatos cristianos
- Landaburu e Izaguirre, juristas demócratas
- Gestiones de todo tipo
- Rezola en París
- Juicio a Ybarnegaray
- El hielo de Radio París
- La medalla rechazada.
- Los vascos con los aliados
- Manu Robles y los aliados
- Los archivos de ELA/STV
- Los asuntos del SERE/JARE
- Perico Beitia, o el triunfo de la adversidad
- Euzko Ikasle Batza
- Se instalan definitivamente Aguirre y su Gobierno
- El Consejero Aldasoro
- Monzón, Jauregui, Nardiz
- Aguirre a tope
- Lasarte y Radio Euzkadi
- Los tres ejes de actuación del lendakari
- Reorganización del Gobierno vasco
- Don Manuel de Yntxausti, el gran mecenas
- La visita clandestina de Noel Baker
- Todas las reuniones en París
- La ONU en París y el trabajo de Galindez
- Los trabajados veraneos del lendakari
- Falsificando salvoconductos
- Gogorra
- La primera huelga
- Nuevos amigos
- El consejero Lasarte
- Los consejeros socialistas
- La entrevista entre Prieto y Aguirre
- El siniestro Pedro Urraca Rendueles
- Las tarjetas de Residente
- Los demócratas cristianos de París
- La intervención de Luis Mariano
- Delegaciones vascas
- La Unión Parlamentaria Europea
- Nouvelles Equipes Internationales - Movimiento Federal Europeo
- Estudiando el Plan Marshall en Londres
- El congreso de la Sociedad de Estudios Vascos
- Entrevista en la Radio
- Oficina de Prensa de Euzkadi: OPE
- ELA en la CISC
- El pintor Tellaetxe
- Miembro del Consejo Consultivo
- La diáspora vasca
- El trato del Vaticano
- El Consejo Consultivo Vasco ratificó el Pacto de Bayona
- Las delegaciones en Francia
- Pocas alegrías
- Puertas solo entreabiertas
- Staff de la Delegación de Euzkadi
- Durañona se despide del Lendakari
- La cariñosa despedida del lehendakari
APÉNDICES
- Comentarios de prensa de Buenos Aires a la obra “De
Guernica a Nueva york pasando por Berlín”, de José
Antonio Aguirre
- Crónica de Nueva York sobre el libro de Aguirre
- Carta del lehendakari al presidente de ELA/STV
- El presidente Aguirre en Francia
- El lehendakari a San Francisco
- La visita del presidente Aguirre a Francia
- El Pacto de Bayona y el futuro
- La visita a México del presidente y sus gestiones en dicho país
- La última declaración desde México
- Carta de Monseñor Mateo Mugika al lehendakari Aguirre
- Respuesta del presidente Aguirre
- De los vascos de París a los vascos de México
- El presidente Aguirre regresa a Nueva York
- Mr. Noel Baker y la Resistencia vasca
- Primer congreso de la Democracia Cristiana italiana
- Galeuzca. Actividades del Instituto Gernika
- Los vascos en Toulouse
- La comunicación del presidente Aguirre al Partido Comunista de
Euzkadi
- Telegrama del lehendakari a los vascos de Venezuela
- La segunda Radio Euzkadi
- Frases y pensamientos del lehendakari
- Movimiento de consejeros: nombramientos y ceses, habidos en el Gobierno
de Euzkadi desde 1936
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