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LA CARTA DE KONDAÑO A LAS DIPUTACIONES ANTE LA
RENOV ACION DEL CONCIERTO ECONOMICO EN 1906

 

Tras la muerte de Sabino Arana, se hizo cargo del PNV, Angel de Zabala "Kondaño". A este bizkaíno le tocó desbrozar el camino para que aquel incipiente partido funcionara como una organización, donde había que conciliar posturas contrapuestas. Y como siempre, en el seno del nacionalismo han convivido las posturas más radicales en su relación con España y las más posibilistas que creían que ir a por el todo o la nada, era buen camino para entrar en la nada y en el puro testimonialismo, Zabala tuvo que hacer política.

Angel Zabala no era precisamente un posibilista a ultranza y la prueba está en los problemas que posteriormente tuvo con Engracio de Aranzadi, "Kiskitza", pero sabía que hacer política era buscar 10 posible.

La primera ocasión que se presentó fue la renovación del Concierto Económico en 1906. Como siempre unos no querían ni oír hablar de ir a Madrid a negociar nada y otros veían en ese radicalismo el pasaporte seguro para poner en cuestión algo apetecido en otros lugares y que dejaba a los vascos recaudar y gastar a su aire. De ahí que, habida cuenta que en aquellos tiempos y al no haber Gobierno Vasco, existían las Diputaciones que negociaban por separado, les envió una carta en nombre de aquel incipiente Partido que salvaguardando su ideología, animaba a las Diputaciones a ser realistas y negociar pronto y bien.

Decía así la carta de Kondaño:

"Es aspiración del Partido Nacionalista Vasco el recabar para Euzkaria el ejercicio de su propia personalidad mediante la derogación de aquellas leyes con que los gobiernos españoles concularon, no hace aún tres cuartos de siglo, sus derechos, sus libertades, sus fueros, buenos usos y costumbres. Esta aspiración, única que integra la doctrina del Partido Nacionalista obliga a los vascos que aman a su patria a trabajar uno y otro día, en la manera y forma que las vigentes leyes se 10 autoricen, por el establecimiento de aquellas otras que durante siglos hicieron del pueblo vasco un pueblo libre, feliz y honrado. Más sin abdicar de los principios que constituyen aquella aspiración, pueden y deben los nacionalistas vascos, como hijos amantes que son de la vieja Euzkadi, desear y pretender para este país la mayor suma de bienestar posible dentro de su actual modo de ser. y a este fin, penetrados los que suscriben de que los propósitos que animan a la Diputación Vizcaína en sus relaciones con el poder central con motivo de la renovación del Concierto Económico, son los de obtener el mayor número de beneficios. tanto en 10 que se refiere a los intereses económicos, cuanto en 10 que afecta a aquellos otros de un orden más elevado, cuales son los que hacen relación a la historia y al idioma, unen sus votos a los de los señores Diputados deseándoles el mayor éxito en sus gestiones y confiando en que no olvidarán ni un solo momento que aquí, asentados junto al Pirineo, hay un pueblo y una raza dignos como ninguno, por su historia, de gozar de una verdadera y legítima libertad".

Dando la razón del mensaje, decíase en el número del 8 de mayo de 1906 del seminario Aberri, primero de la serie: "El nacionalismo vasco no reconoce para nuestro pueblo más que un derecho; el de legislarse y gobernarse por medios de sus juntas o cortes". "Pero el Partido Nacionalista ama a Euzkadi, se agregaba, y claro es que ha de procurar para ella la mayor suma de beneficios, así morales como materiales". Para esto persigue y perseguirá recobrar por ciclos, por avances paulatinos, la abrogación de la ley de 1839, meta de sus aspiraciones. Mucha importancia le concedió el Partido a la materia. Colaboradores de Aberri dedicaron al estudio atención preferente, no desmayando en el empeño hasta después del hecho y firmado el Concierto.

A nombre de la Diputación de Gipuzkoa contestó su presidente el mensaje del Partido el 19 de marzo. Los presidentes de las Diputaciones de Araba y Gipuzkoa contestaron e14 de mayo y la diputación de Naparra mandó sus contestación el 16 de mayo. La de Araba y Gipuzkoa era que sus esfuerzos se enderezarían con todo empeño a recabar la mayor suma de ventajas para su país, a fin de que cada día fueran recobrándose cuantos elementos se hubieran perdido de los que integraban y determinaban su fisionomía propia y privativa, y su individualidad como pueblo. Se produjo asombro en las gentes; la depresión de los espíritus se aminoró.

El 8 de mayo prorrogó el gobierno el Concierto establecido hasta el 31 de diciembre, y las conferencias que debían de celebrarse para la negociación del nuevo, no se inauguraron sino ello de noviembre. Se llegó a estipular el concierto, y sobre él recayó la aprobación el 13 de diciembre. Se concertaron las cuotas contributivas, que serían inalterables hasta el 31 de diciembre de 1916. Las cuotas de los diez primeros años serían: para Bizkaya, 4.298.362,75 pesetas, para Gipuzkoa, 2.611.783,96 y para Araba, 623.189,61. Desde el31 de diciembre de 1916 sufrirán un aumento de 500.000 pesetas hasta e131 de diciembre de 1926, término final del nuevo contrato. Fuera de éste, por separado se devolvieron a Bizkaya algunas de sus atribuciones y se le reconoció autonomía plena en lo relativo a nombramiento y separación de médicos titulares, asunto que lo promovieron también miembros del nacionalismo.