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  RESUMEN EXTERIORES Y DEFENSA
2005

 

La política exterior del gobierno Zapatero ha sido errática e improvisada. No hay duda que es preferible a la que hacían Azar y Ana de Palacio, pero es difícil de encasillar habida cuenta que parecería que andan a salto de mata, sin hoja de ruta.

En relación a un tema sensible en Euzkadi como es el caso del Sahara, hay que decir que hemos estado en todo momento en conexión con la representación del Polisario mientras propiciamos la creación en el Senado de un Grupo de Amistad, hasta ahora inexistente, que pueda hacer un seguimiento más coordinado de la acción del gobierno.

Es preciso reconocer que el Secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León ha realizado tres viajes a los campamentos del Frente Polisario en Tinduf, aunque ninguno de ellos ha producido resultado. En ellos, el emisario del gobierno Zapatero trató de explicar a los saharauis que la voluntad del gobierno central era la de buscar una solución negociada satisfactoria para ambas partes, pero no llegó a presentar una propuesta concreta de mediación. Los dirigentes saharauis pidieron a su interlocutor que España se involucrara en la defensa del Plan Baker como fórmula amparada por la ONU para la búsqueda de una solución o que en su defecto, mantuviera silencio. La diplomacia española anota la liberación de cien prisioneros saharauis como uno de los resultados de esas gestiones.

Sin embargo, los esfuerzos del gobierno Zapatero prácticamente concluyeron ahí. En todo este año 2005, las visitas de ministros españoles a Marruecos fueron casi constantes y el gobierno español ha ido acentuando una posición más cercana a Marruecos culminando en noviembre pasado con la invitación a Rodríguez Zapatero a los actos del 50 aniversario de la independencia marroquí. Los polisarios empiezan a ver en España como un potencial adversario a su independencia. Han llegado a advertir que España va a quedarse excluida de la solución que finalmente se llegue en el Sahara y de esa manera, excluida también de participar en la explotación de los recursos naturales.

Para la política española, mientras tanto, todo parece estar sujeto a una prioridad que es la estabilidad de Marruecos donde advierten pequeños síntomas de democratización del régimen que indudablemente no son suficientes.

Nosotros hemos seguido con interés y constancia estos asuntos, tenemos un viaje pendiente a Tinduf y otro, en comisión parlamentaria, a El Aiun para conocer la situación de represión habida y seguimos en contacto directo y constante con los representantes del Frente Polisario que siempre se deshacen en elogios por la actitud del pueblo y autoridades vascas en todas sus manifestaciones.

Otro de los temas tocados, entre otros, ha sido la situación del preso de origen vasco, Paco Larrañaga.

Hemos estado con él en la prisión donde mal vive en Manila desde hace ocho años, en el corredor de la muerte, así como hemos hechos un seguimiento constante de la acción del gobierno español para que presione a las autoridades judiciales filipinas con objeto de que Larrañaga tenga un juicio justo. Ante esta imposibilidad hemos solicitado la tramitación de un indulto con objeto de que este joven no siga viviendo en estas penosas condiciones. Participamos en la campaña de recogida de firmas organizada por el periódico gratuito QUE, promovimos una Resolución Parlamentaria, mantenemos relación directa con sus familiares en Euzkadi y, sobre todo buscamos que este caso no se olvide porque sería lo peor que le pudiera ocurrir a este joven ,víctima de venganzas políticas y de un sistema judicial corrompido.

En relación con los procesos de elecciones en diversos países hemos de decir que participamos en el cursillo organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores con objeto de tener una base de conocimiento mínimo para participar como Observadores en diversos comicios. De hecho, hemos acudido a diversas elecciones convocadas en el pasado 2005: Líbano, Venezuela, Bolivia y, a fin de enero de este año, Palestina. Se trata de una experiencia interesante que da la ocasión de conocer de cerca lo que ocurre en estos países y, hacer las denuncias oportunas si no vemos consagradas las garantías mínimas para que las elecciones puedan describirse como democráticas.

En relación con Europa hemos de dejar constancia del paso tímido que se ha dado en relación con el uso del euskera en las instituciones comunitarias. El pasado 16 de noviembre de 2005, el Comité de las Regiones de Europa fue la primera institución comunitaria en aplicar el acuerdo político sobre el uso oficial de las lenguas del euskera, catalán y gallego de acuerdo a lo firmado en junio de 2005.

Este Convenio permite a los ciudadanos vascos dirigirse por escrito en euskera al Comité de las Regiones y a otras instituciones y recibir respuesta en el mismo idioma. Un órgano competente designado por el gobierno central traducirá las misivas y las respuestas.

El Convenio también permite a los miembros del Comité de las Regiones y de otras instancias el uso de las lenguas cooficiales en el pleno, siempre que lo soliciten siete semanas antes del mismo. La confirmación definitiva de la solicitud se efectuará 14 días antes de la sesión. Las intervenciones se traducirán a todas las lenguas oficiales de la UE, pero no las respuestas.

Aunque no sea para tirar cohetes, es un paso muy pequeño para ir poco a poco utilizando y danto presencia a la lengua más antigua de Europa en sus instituciones. Frente a este deseo y este derecho, conspiran la burocracia, la diversidad de idiomas, la potencia del inglés, el chauvinismo de los estados, el haber perdido veinte años, la falta de interés y el hecho de que si en Madrid el euskera no es oficial, como se argumentaba, ¿por qué se solicita que lo fuera en Bruselas?. Sin embargo, a pesar de este tímido y todavía insuficiente paso en este año se ha llegado por lo menos a este acuerdo confiando que al ir venciendo resistencias, se irá haciendo lo demás.

Otro de los asuntos que colateralmente han tocado al Grupo Vasco ha sido la política del gobierno hacia Latinoamérica, gran territorio cada día más en ebullición.

Resulta que las Cumbre Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno tocaron fondo en la del año 2004, en Costa Rica. Tras aquella reunión sin sustancia ni contenido se pensó darle otra dimensión y continuidad a las mismas y se decidió crear una Secretaría Permanente que hiciera seguimiento a los acuerdos y tratara de año a año cuestiones efectivas que fueran propiciando un mayor acercamiento entre las políticas de estos países en los que están todos los del área iberoamericana, centro y sudamérica. Los Estados Unidos están presentes sólo en la OEA.

A tal fin, la cuestión clave era encontrar un secretario general admitido por todos y cuyo prestigio sirviera para esta tarea. Y se pensó en Enrique Iglesias, asturiano, aunque recriado en el Uruguay de donde fue canciller y que ocupaba la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo en Washington.

La siguiente Cumbre se iba a celebrar en Salamanca, por lo que a propuesta nuestra y tras una conversación con Zapatero y Moratinos, se quiso dar a estas Cumbres de los ejecutivos, asimismo, una dimensión parlamentaria y Bilbao fue la sede elegida para organizar esta primera reunión previa a la de Salamanca.

Tras haberse acordado que esta primera reunión se celebrara en Bilbao y por tanto el ministerio de Exteriores levantaba el veto implícito que había hacia Euzkadi para todo lo que fuera acción exterior, las instituciones vascas se volcaron para que quedara como marca distintiva su buena organización. Y se logró de calle.

La I Cumbre de Parlamentos Iberoamericanos se celebró la primera semana del mes de octubre del 2005 en el Palacio Euskalduna con presencia de 33 parlamentos de 23 países y con presencia así mismo de trece presidentes de parlamentos, desde el de Cuba al de Portugal y Brasil, pasando por el de Chile y Uruguay, entre otros.

No es el caso pormenorizar los acuerdos alcanzados que luego fueron elevados a Salamanca, sino el hecho de que ya consta en la historia de estas Cumbres que la primera que se realizó aconteció en Euzkadi y que su organización, dicha por todos, fue perfecta.
Nos consta que los vascos residentes en América, hartos desde hace años de noticias negativas y de verse continuamente asociados a la violencia, respiraron con tranquilidad al captar en sus distintos países una noticia de relevancia asociada a lo institucional y a lo constructivo en Euzkadi.
Desgraciadamente, y en otra dimensión, no se puede decir lo mismo en relación con la construcción europea. El referéndum convocado el mes de febrero para ratificar o rechazar el Tratado por el que se dota una nueva constitución para Europa fue aprobado con una grandísima abstención, aunque tanto en Euzkadi Norte como en Euzkadi Sur salió aprobado el SI, voto que el EAJ-PNV propiciaba siguiendo la tradición democrática de nuestro partido y apostando por este paso en la creencia de que más Europa siempre será menos España y más Euzkadi.

Lo lejano de la política europea, los conflictos internos de los estados que desean castigar al gobierno, una acción política alejada del ciudadano, la falta de motivación y los egoísmos estatales dieron al traste con esta propuesta en Francia y en Holanda, haciendo las delicias de un Aznar y de un Le Pen que se frotaron las manos.

El año que termina, pues, ha sido complicado para la Unión. Objetivamente cabría calificarlo de muy negativo. La presidencia británica fue inaugurada por un brillante discurso de Tony Blair en Bruselas, pero la realidad de su mandato ha sido mediocre. Han entrado diez nuevos estados, la mayoría de los cuales vivían hace quince años sin libertades y sujetos a economías que despreciaban el mercado.

Armonizar los intereses de veinticinco estados con productos de interior brutos tan desiguales, como los seis mil dólares per cápita de Letonia hasta los más de cincuenta mil de Dinamarca, según cifras del anuario The Economist, The World in 2006, no es fácil. Casi parece imposible.

A pesar de todo, a pesar de los contratiempos del año que termina, a pesar de las pugnas estatales, la Unión Europea sigue adelante porque no es únicamente un proyecto económico, sino un intento de hacer de Europa un lugar común de convivencia, de equilibrio social y un modelo de solidaridad entre pueblos, naciones y estados, con todas sus carencias y dificultades.

Para terminar este descargo en la sección de Exteriores y Defensa, aludimos brevemente a lo hecho por el Ministerio de Defensa, diciendo que además de los continuos forcejeos mantenidos con el ministro en relación al artículo 8 de la Constitución, que él dice que no se puso de adorno y lo acabamos de ver con las declaraciones del general Mena en Sevilla, hay que señalar que este año se ha aprobado la llamada Ley de Defensa Nacional donde como hecho significativo destacaríamos que, a diferencia de la era Aznar con Irak, cualquier iniciativa bélica o de defensa tiene que ser consultada y aprobada por las Cortes Generales. En tiempos de Aznar todo este tipo de políticas bélicas se hacían sin control parlamentario alguno.

Como es de imaginar, todo lo que se atribuye en esta ley al CNI y al ejército en defensa de las esencias patrias fue enmendado por nuestro grupo haciendo mucho hincapié en que si estamos en una Europa de los 25, ya está bien que se sigan manteniendo 25 ejércitos pesados, caros, inoperantes y, en el caso español, mirando más dentro que fuera. Con uno profesional y europeo, basta y sobra.