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  CARTA DESDE VENEZUELA DE UNA SEÑORA DE BIEN
16 de Diciembre de 2005

 

Excelentísimo
Sr. Don Iñaki Anasagasti
Parlamento Español
Partido Nacionalista Vasco
Madrid – España

Excelentísimo Sr. Anasagasti:

He seguido sus pasos, sus declaraciones y sus escritos desde que tuvimos el honor de tenerlo en esta tierra caliente. Un español que conoce las realidades que ahora nos abruman y nos enfurecen.

Soy también española de nacimiento, Santa Cruz de Tenerife fue el terruño que me vió nacer, pero desde los 3 años, de eso hace ya una cincuentena, he vivido en Venezuela, por lo que puedo decir que soy más venezolana que española, sin negar jamás mis orígenes. Usted lo puede entender.

A raíz de que Hugo Chávez ganó la presidencia de Venezuela, con una “escuálida” votación en 1998, apenas ganó con algo más del 60% de un escaso 40% que fue a votar aquél entonces, no me quedó otra que tramitar pasaportes españoles para mí y para mis hijos (2), pues la amenaza siempre cierta e inminente de que tengamos que abandonar Venezuela por razones y circunstancias harto conocidas, se mantienen latentes y no queriendo vivir “indocumentados” en país alguno, nos veríamos obligados a residenciarnos en España.

Quiero a través de esta misiva, hacerle llegar mis más profundas y sinceras palabras de agradecimiento por sus honestas expresiones y las de los otros miembros de la observación internacional sobre las elecciones parlamentarias venezolanas, el pasado 4 de diciembre, que han tenido repercusión internacional y que fueron dirigidas para uno y otro bando, en que el autócrata, que nos “gobierna”, ha logrado dividir a los venezolanos. Es difícil luchar contra un régimen que teniendo infinita capacidad económica, gracias al petróleo, se ha dedicado a manipular, maniquear y comprar cualquier conciencia en el mundo. Nos encontramos desasistidos y no escuchados.

Los venezolanos decentes, los amantes de la familia que somos todos, los de la ética, la moral, la amabilidad y la nobleza, se lo agradeceremos eternamente. Sabemos que somos nosotros los llamados a terminar con este régimen, por las buenas queremos todos y seguimos agotando opciones, pero sólo Dios sabe bajo qué circunstancias nos veremos obligados y qué tipo de medidas tomaremos, a fin de salir de un Hugo Chávez resentido, frustrado, amargado y ciertamente revocado el 15 de agosto de 2004, que ha volcado todos sus horrores personales sobre el pueblo de Venezuela. ¿Tendremos valor? Quizás nos veamos “empujados” a ello. Que el Señor lo permita.

A usted, y los demás miembros de la honorable observación, permítame hacerle llegar un cordial saludo venezolanísimo, en fechas que deben ser de paz y concordia, esperando que nuestro cielo torne pronto de rojo a azul como “el mar que nos separa de la Madre Patria”, para volver a ser la Venezuela que acoge, que lucha y que grita ¡Democracia y Libertad!

Reciba mis respetos por su persona, saber y gobierno.

Muy atentamente,
Carmen Blanca Pérez Cabrera
CI: V-4084132

PD: Muy cierto, ¡Gracias!

“1.- Hicieron bien los partidos opositores en no presentarse. Esta iniciativa podía haber salido mal y sin embargo el resultado oficial de solo un 25% de participación, en Caracas y Maracaibo no llegó al veinte, le deja a Chávez ante sus vergüenzas. No es el líder del país, los pobres no le han secundado, la gente está harta, y tiene como tenía antes un parlamento a la cubana, a la búlgara. Con un sistema viciado, la oposición, de haber participado hubiera sido una vez más triturada y la modificación constitucional se hubiera hecho de la misma manera. Ahora el rey, ante su pueblo y la comunidad internacional inteligente, está desnudo.”