Una de las
cuestiones más llamativas y más escandalosas que vimos en
nuestro viaje de Observación electoral parlamentaria el pasado
4 de diciembre en Caracas fue el número de dirigentes de IU alrededor
de Chávez trabajando en sus discursos, en el cambio de la Constitución
Bolivariana para que el coronel sea reelegido, en la edición de
un libro hagiográfico, etc.
Denuncié que lo que no quiere IU en el estado
español lo propicia, con criterio del viejo socialismo real de
la Unión Soviética, para Venezuela, por eso cuando veo ahora
a Javier Madrazo en nombre del Gobierno vasco firmar un acuerdo televisivo
de control de la opinión pública con el gobierno venezolano,
un país que ha aprobado una ley mordaza y en un país al
que no le dejen acceder a la oposición a los canales y radios oficiales
me da un soponcio. Ahora entiendo mejor el trabajo del analista Torquemada
en Radio Euzkadi.
Una vergüenza que el nombre del Gobierno Vasco,
glorioso en aquel país, caiga en semejante proyecto para una Venezuela
chavista que flota en un petróleo a 65 dólares el barril,
y al parecer necesita unos cuantos euros de la Euzkadi revolucionaria.
UNA VERGÜENZA
El hecho es que Javier Madrazo subvencionará a
la televisión, Visión Venezuela (Vive TV), en virtud del
acuerdo alcanzado por el consejero de Vivienda y Asuntos Sociales con
la presidenta del ente estatal que gestiona el citado medio, Blanca Ekhout.
La aportación, de 200.000 euros, se detraerá de la partida
de Cooperación al Desarrollo y se destinará a la puesta
en marcha de una unidad de creación documental destinada a formar
al personal de la televisión.
Con esta iniciativa, Madrazo abre un nuevo frente en su particular política
de subvenciones al ayudar con una dotación económica a un
ente de titularidad estatal cuya financiación corre íntegramente,
al menos en teoría, a cargo de las arcas de la república
bolivariana.
Creada en noviembre de 2003, “Vive TV” nació
para “contribuir a la transformación revolucionaria de Venezuela”,
según su propia declaración de principios, en la que también
se autodefine como un “medio educativo, cultural e informativo que
impulsa la democracia participativa, la solidaridad y la integración
latinoamericana”.
En línea con los citados principios, Madrazo,
que acaba de visitar Venezuela, justificó la subvención
de 200.000 euros por la necesidad de “potenciar” un nuevo
modelo de comunicación en Venezuela frente el “monopolio
y el control de los medios de comunicación que ejercen tanto los
Estados Unidos como las grandes empresas trasnacionales”. La aportación
del Gobierno vasco servirá, a su juicio, de “muro de contención”
frente a estos intereses.
Para el Consejero Madrazo, el papel de la televisión
pública en Venezuela es fundamental para “propiciar una democracia
participativa” en Venezuela, que sólo puede ser “real
y efectiva cuando toda la sociedad puede acceder a sus medios de comunicación
en igualdad de condiciones”, añadió tras firmar el
convenio con los responsables de “Vive TV. “Un pueblo, sea
Euzkadi o Venezuela, no podrá decidir en libertad sino puede pensar
en libertad”.
La televisión, que emite 19 horas diarias, cuenta
como estrella de su parrilla con el espacio Aló presidente, programa
dominical en el que el máximo dirigente del país se dirige
a la sociedad y en el que aprovecha para lanzar sus ya famosas diatribas
contra Estados Unidos, insultar a la oposición y cesar de sus cargos
a quien no le gusta..
Creado para “divulgar los logros” del primer
mandatario venezolano y “demostrar al mundo que el proceso bolivariano
está enmarcado en un Gobierno legítimo que cuenta con el
respaldo del pueblo”, Aló presidente se completa con el programa
Ecos, destinado a ampliar la información principal de las proporcionadas
por Chávez en cada una de sus soflamas, impensables en un sistema
democrático.
Hay demasiados puntos oscuros en esta ayuda económica
realizada por Madrazo. En primer lugar es la primera vez que fondos públicos
se destinan no al desarrollo de programas de acción alimentaria,
sanitaria, educativa o social sino a apoyar a un proyecto que, como señala
su propia directora, pretende convertirse en el germen de “una verdadera
televisión latinoamericana a escala del continente”. En segundo
lugar, porque Visión Venezuela (Vive) complementa junto a VTV la
oferta televisiva creada por Chávez, un presidente pagado de sí
mismo en la consecución de un sueño bolivariano no democrático,
que utiliza cualquier instrumento para lograr sus objetivos. Una vergüenza.
ALCALDE DE CHACAO Y YARACUY
Mientras Madrazo regala dinero
vasco a un populista que nada en petróleo a 65 dólares el
barril y él sale en EITB cada vez que quiere (desde luego todos
los sábados), yo recibía en mi despacho de Madrid al alcalde
del municipio de Chacao, Leopoldo López, una joven promesa democrática
venezolana al que Chávez quiere anular políticamente. De
hecho, cuando acabe su período municipal quedará inhabilitado
para poder acceder a cualquier cargo público según una sentencia
de la justicia chavista al servicio del dictador encubierto.
Tres días antes de la visita,
Leopoldo López hizo algo que el régimen chavista no tolera:
una reunión con jóvenes en la universidad de Carabobo. Estando
en ello fue rodeado por manifestantes y gente armada que le acusaron de
espía de la CIA y estuvieron a punto de acabar con su vida. Inhabilitado,
perseguido y sobre todo estupefacto por las dádivas de Madrazo
a Chávez, me dijo que él piensa continuar en la lucha.
Algo parecido a lo que ha ocurrido
en el estado Yaracuy donde propietarios españoles, gallegos y vascos,
como los blancos en Rodesia, fueron expoliados de sus fincas que eran
el trabajo de toda una vida. Las proclamas tremendistas de Chávez
basadas en el más trasnochado zapaterismo de novela hicieron que
gentes del pueblo ocuparan sin indemnización estos terrenos. Todo
un expolio.
Pero mientras esto ocurre, Madrazo
regala dinero vasco. Una vergüenza.
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